Su objetivo es eliminar la flora bacteriana transitoria y al máximo la flora bacteriana residente de las manos previo a un procedimiento invasivo que, por su espesor o su duración, requiere un alto grado de asepsia y efecto residual antimicrobiano prolongado.
Técnica con agua y jabón
Para practicarla se necesita lavabo con grifos de pedal o codo, agua, jabón antiséptico (clorhexidina al 4% o povidona yodada al 7,5%), cepillo de uñas desechable (preferiblemente impregnado con solución antiséptica), toalla o compresa estéril.
- Abrir el grifo y humedecer las manos y antebrazos con agua.
- Aplicar jabón antiséptico.
- Lavado mecánico de manos y antebrazos limpiando con el cepillo solo debajo de las uñas. No frotar con el cepillo el resto de la piel para evitar lesiones.
- Aclarar con abundante agua corriente.
- Aplicar de nuevo jabón antiséptico en manos y antebrazos friccionando al menos durante 2 minutos.
- Aclarar con abundante agua.
- Secar por aplicación, sin frotar, con una compresa o toalla desechable estéril, comenzando por los dedos y bajando hasta los codos.
Técnica con solución alcohólica
- Lavado de manos usando un jabón dermoprotector durante un minuto al menos y aclararlas bien.
- Realizar un secado de las manos con una toalla de papel.
- Verter el desinfectante en las manos ayudándose del dispensador, apretando con el codo.
- Aplicar la solución alcohólica en cantidad suficiente para mantene la mano húmeda de 2 a 3 minutos, friccionando las manos, poniendo especial atención en espacios interdigitales, pulgares y uñas.
- Repetir el mismo procedimiento en la mano contraria.
- El sobrante será friccionado sobre los antebrazos.
- No secarse las manos, dejar que se evapore el producto y no colocarse los guantes hasta que se seque del todo.
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